Comunicamos todos los días; lo hacemos con la voz y sus tonos, con el cuerpo, con los gestos y hasta con los silencios, y a pesar de eso, comunicar asertivamente es todo un reto.
Comunicar significa que hay una emisión del mensaje y una recepción de este. A veces, ese mensaje no llega, o llega diferente a causa del ruido que lo tergiversa o porque la parte receptora le da otro significado con base en sus interpretaciones. Comunicar asertivamente es cerciorarnos que el mensaje llegó intacto, completo y que tanto la persona emisora -quien envía el mensaje- y la parte receptora -quien recibe el mensaje-, estén manejando la misma información.
La asertividad significa que identifico y valido lo que siento, lo que pienso, y que logro comunicarlo correctamente, es decir, sin interferencias. La verdad sin empatía es mera crueldad. Necesitamos cuidar la forma y el fondo: no es lo que dices, sino cómo, cuándo, dónde y de qué manera lo dices.”
Alexa Castillo-Nájera Zaliv
Tener asertividad en el plano erótico sexual es, en principio, conocerme a mí, ¿cómo pedir que otra persona satisfaga mis necesidades eróticas, si yo desconozco cuáles son? Lo esencial es autoexplorarnos a través de la fantasía y la masturbación, para así poder darle a nuestra vinculación un mapa erótico personalizado. Parte de este proceso es preguntarme ¿qué tipo de relación/vinculación requiero para poder compartirme sexualmente? ¿Qué significa para mi tener una vida sexual plena y en bienestar? ¿Si quiero maternar/paternar? ¿Qué me gusta y qué no? ¿Cuáles son mis necesidades, posibilidades y limitaciones erótico/afectivas? ¿Dónde siento más placer? ¿Dónde me posiciono para cuidarme? Y así, tener largas conversaciones conmigo misma como persona, sin máscaras ni filtros, sinceramente explorar quién soy yo sexualmente y cuáles son mis necesidades y limitaciones. Si logro descubrirme y reconocerme, entonces puedo comunicar y compartirme con mis vinculaciones erótico-sexuales-afectivas.
Para comunicar asertivamente, requerimos hacerlo de una manera no violenta. La comunicación no violenta es un modelo desarrollado por el psicólogo estadounidense Marshall Rosenberg (1934-2015) que busca la empatía, la sinceridad, la claridad y la eficacia en la comunicación.
1- Observación de los hechos: describir objetivamente lo sucedido sin emocionalidad. Sin juicio ni evaluación: YO OBSERVO/HECHO
2- Expresión de los sentimientos: cómo me ha hecho sentir el episodio descrito en el paso anterior. Investigar ¿cómo me siento? YO SIENTO/EMOCIÓN
3- Expresión de las necesidades, deseos, metas: decir qué es lo que necesito para no sentirme así: YO NECESITO/ME GUSTARÍA
4- Formulación de la petición: petición formal: TE PIDO/SOLICITO
Yo agrego un quinto paso:
5- Asumir co-responsabilidad: convertirme en parte de la solución: ¿En qué te puedo ayudar/apoyar?
Por ejemplo, evitar:
-Cada que quiero iniciar contacto sexual contigo me rechazas, me haces sentir vergüenza. ¿Por qué me ignoras? Es mi culpa por intentarlo. (Le doy una carga emocional con mi interpretación. No me hago cargo de lo mío y responsabilizo a otra persona de mi sentir. Asumo sin cuestionar, delego y soy absolutista)
Una opción:
-Observo que a veces no respondes a mis señales iniciadoras de contacto sexual. Siento vergüenza al insistirte. Me gustaría que me dijeras si te das cuenta de esas señales. ¿Podrías poner atención a cómo respondes a estas señales que te mando? Me gustaría saber ¿Qué puedo hacer para que las señales estén más claras?
¿Notas la diferencia?
La comunicación sexual asertiva es un proceso de intercambio de ideas y opiniones entre dos o más personas, de forma directa, honesta, apropiada y respetando los derechos de quienes se comunican.
Es clave expresarse en términos positivos, es decir, hablar de lo que les gustaría hacer y no de lo que no les gusta. Hacerle saber a la vinculación que lo que ha hecho te satisface y te gusta, puede resultar uno de los mejores métodos de comunicación sexual.
| En vez de decir / hacer | Propuesta |
| Fingir un orgasmo y/o decir que estuvo rico, cuando no lo estuvo. | (No fingir) -Oye, me gusta el sexo contigo, te cuento que siento mayor placer cuando me estimulas aquí… |
| -No me gusta lo que haces | -Podríamos intentar esta posición, me gusta esto que haces…me gustaría más si no hicieras esto…o me duele un poco si haces esto, me gusta más así… |
| El sexo se ha vuelto aburrido | Nos compré este juego, juguete, lencería, disfraz, paleta de hielo, etc, ¿Te reto a…? |
| Los gemidos y suspiros falsos dan información errónea y desorientan | Utilizar los gemidos como información que guíe hacia el placer. Mover la mano y orientarla hacia las zonas placenteras. |
Nos permite compartir cuáles son nuestros deseos y nuestros límites. Incluye la posibilidad para rechazar aquellas actividades que no sean de nuestro agrado, para decir “no”, así como la posibilidad para decir “si” sin culpa, sin miedo de pedir o parar en el ámbito sexual y, sobre todo, sentirnos bien de hacerlo.
Cinco puntos para resumir ¿Qué es la comunicación sexual asertiva?
1. Saber iniciar el encuentro erótico-sexual.
Es natural que aquella persona que más ganas tiene inicie la actividad sexual, aunque a veces se repriman esos impulsos por vergüenza a iniciar o miedo al rechazo. Por esto habrá que trabajar en la comunicación sexual asertiva y acostumbrarse a pedir y a responder ante las necesidades de la otra persona. A eso se llega con diálogo y respeto.
“Hoy te sorprendo yo”. Tomar la iniciativa, indistintamente del género o sexo, nos ayuda a transmitirle que tenemos despierto el deseo, las ganas, el anhelo. Es muy excitante ver que la otra persona te desea y te invita a experimentar sensaciones en conjunto, con confianza y sin temor. Recordemos jamás presionar ni coaccionar, el consentimiento surge del consenso.
2. Comunicar mis deseos y aquello que no me satisface sexualmente de forma asertiva
Decirle a aquella persona con la que mantenemos relaciones sexuales cuál es la mejor forma de estimularnos, posibilita el intercambio de mapas eróticos, de gustos y placeres, reduciendo así el miedo al desempeño y potencializando el placer de quienes se comparten. Mayoritariamente, por causas socioculturales, son las mujeres quienes no comunican sus necesidades sexuales y quienes encabezan las cifras de insatisfacción sexual.
“Primero me descubro yo”. En este punto es esencial el hecho de que cada quien identifique sus zonas erógenas para después poder guiar a su pareja sexual.
3. Rechazar relaciones sexuales no deseadas
Muchas personas no saben decir que no y terminan por “acceder” a tener relaciones sexuales que no se les antojan. Esto ocurre en situaciones en las que una de las personas insiste demasiado y la otra termina cediendo. Hay gente que cree erróneamente que por el hecho de ser pareja se debe estar siempre con disposición a mantener relaciones sexuales. Lo cierto es que el apetito sexual sube y baja dependiendo de múltiples factores. Es necesario comunicar de forma clara y sin disculparnos: que no queremos tener sexo.
“Hoy no tengo ganas, siento cansancio”. Es oportuno que podamos expresarle a la otra persona que en estos momentos no tenemos deseo sexual, sin que esto implique necesariamente que no queremos compartirnos de otras maneras.
La asertividad sexual permite a las mujeres recuperar la sensación de control sobre su cuerpo y terminar de forma contundente con situaciones de presión sexual, así como también permite a los hombres librarse del estereotipo masculino de siempre estar puesto y dispuesto.
4. Compartir las historias sexuales previas
La vergüenza y el miedo a la reacción impide a muchas personas comunicar la historia sexual previa de cada una. A veces se reduce a saber el número de personas con las que se ha vinculado sexualmente pero va más allá de eso, la historia sexual es intercambiar vivencias que afecten la salud emocional y sexual de las partes involucradas.
5. Solicitar el uso de métodos anti-fecundativos y/o de barrera
Aunque es un pilar vital para la salud, puede ser difícil preguntar a la otra persona si ha estado expuesta a ETS/ITS (infección o enfermedad de transmisión sexual) o si se ha hecho estudios de laboratorio para confirmarlo. Siempre va a ser la mejor decisión el protegerse, aunque pueda sentirse incomodidad durante unos minutos. Debe comunicarse una negativa clara a mantener sexo sin protección, sin miedo a la reacción de la otra persona: me cuido, te cuido: nos cuidamos.
En la comunicación sexual asertiva no sólo es importante escuchar, sino también preguntar la opinión de la otra persona y entender su punto de vista; contraargumentar de manera positiva y con base en ello, lograr un convenio, y lo más importante: respetar los acuerdos previamente establecidos, ya que alimentan la confianza y fortalecen las vinculaciones.
Desde el amor, Alexa Castillo-Nájera Zaliv.
