Como periodista de sexualidad, he dedicado gran parte de mi tiempo a buscar nuevas técnicas para lograr orgasmos más largos o más intensos. Los consejos que hay en internet son variados y te hablan desde cómo mover los dedos, hasta el uso del talón o una botella para estimular el clítoris. Por ello, cuando me presentaron OMGyes, una plataforma de educación sexual para el placer femenino, realmente no pensé que pudiera enseñarme algo más original; sin embargo, aprendí algo muy importante:
Cuando entré a la web de OMGyes, me pareció que era una página fácil de navegar y entender, además tenía un menú muy variado sobre las formas en que una persona con vulva puede obtener placer. Después de darle un vistazo general de 10 minutos a cada uno de los ítems, llegué a dos conclusiones: Uno, tengo mucho por descubrir; y dos, que mi autodenominación de “pajera sénior” se me debe retirar.
Las técnicas, explicaciones, experiencias de mujeres, tutoriales explícitos, y réplicas de la anatomía con movimiento, son sorprendentes. Literalmente, para realizar un examen de conocimiento, ponen el modelo de una vulva digital para dedear virtualmente con el cursor del mouse (ya sería muy loco que el servicio de OMGyes incluyera vulvas de plástico para que practiquemos) y, aunque me pareció algo atrevido hacer este jueguito, me gustó. Incluso, esta experiencia me hizo sentir un déjà vu, puesto que de pequeña aprendí a maquillar con los juegos de barbie.com, solo que ahora aprendo a masturbarme con “omgyes.com”. Si bien todo este sitio web puede sonar medio surrealista, para esta primera cita con mi placer, decidí centrarme solo en la parte donde todo manual debe iniciar: en las bases.
El orgasmo tiene cuatro fases: la excitación, la meseta, el orgasmo o clímax y la fase de resolución. Siempre son esas, no varían. Algunas pueden durar más o menos, todo depende de la cantidad, forma y tiempo que le demos a cada una de esas etapas.
Y para ser sinceras, la mayoría quisiéramos que la fase clímax sea la que dure más y llegue al minuto de la fase de la excitación -así como los hombres, que pueden venirse en menos de un minuto si así lo quieren-, en el caso de las féminas, la etapa de la excitación puede tardar varios minutos y tal vez nunca llegar al cierre. El problema principal es que nadie nos enseña cómo masturbarnos.
Según la educadora sexual Sasá Campo, muchas mujeres hemos descubierto el placer de niñas, pero lo hemos olvidado, porque la masturbación infantil es un tema tabú muy generalizado e incluso prohibido, ya que padres, madres y/o tutores suelen gritarles a las pequeñas cuando las encuentran tocando sus genitales.
“La masturbación femenina aún es un tabú, pero la masturbación infantil es mucho mayor, y esa es la forma en cómo las mujeres hemos aprendido a masturbarnos. Los mayores la prohíben, nos olvidamos, nos cohibimos de ella, y luego, en el inicio de nuestra vida sexual o, incluso, adultez, la tenemos que volver encontrar”, comenta la experta.
De suerte, yo, como “pajera promedio” (perdí el título senior líneas arriba), ya había descubierto la fórmula para llegar al minuto. Y es que alguien no puede considerarse una experta de la masturbación si no sabe compartir sus conocimientos sobre su propio placer; ese ha sido mi problema más grande. Fuera de mi cama soltera, al estar con otras parejas y, a pesar de que yo me autoestimulaba, el orgasmo demoraba en llegar o nunca llegaba, y eso me ha hecho sentir insatisfecha, no con mis parejas, sino conmigo misma varias veces.
Nunca pude explicarme bien por qué sucedía, pero cuando empecé a leer con detenimiento la explicación de la plataforma pude encontrar la respuesta. Me di cuenta de que la clave de un orgasmo efectivo está en la importancia de respetar cada una de sus fases. No podemos pasar directo de la excitación a la resolución, primero hay que llegar a la meseta. Es por ello que seguí el consejo de OMGyes:
“Esto puede sonar un poco raro, pero algunas mujeres afirman que lo mejor es escribir paso a paso lo que haces. En lugar de tener una idea general de lo que te gusta, puedes crear tus ‘recetas mágicas’ y compartirlas con tu pareja.”
Decidí conocer cada una de mis etapas escribiéndolas en mi diario a manera de poema, y como todo poema necesita un título, llamé a esta primera receta mágica, “el disco doble”, porque hago dos tipos de círculos para llegar. Primero, círculos lentos, por al menos 1 minuto, en la punta del capuchón de mi clítoris con un dedo. Luego, círculos más rápidos en toda la zona superficial con dos dedos de manera constante.
Ustedes quizá se preguntarán por qué menciono estas dos partes si al final podría ser solo un disco, pues, como les dije al inicio, la fase de la excitación es muy importante, así que el círculo uno es para llegar a la excitación y el segundo círculo es para llegar al clímax máximo.
Según datos del sitio, el 77,2 % de las mujeres que dice haber tenido orgasmos de intensidad diferente, afirma que los orgasmos más intensos son el resultado de pasar más tiempo aumentando la excitación, poco a poco.
Ahora la tarea dos, para salir de título de “pajera promedio”, necesitaba replicar esta fórmula con alguien más. Así que, como buena periodista de sexualidad, abrí la agenda de fuentes y llamé a “Fuckboy1 de ‘confianza’ 1” -no son muchos- para enseñarle y poner a prueba mi “disco doble”.
Llegó a mi casa y le conté que en realidad estábamos ahí por un trabajo. Saqué el celular y le mostré a mi maestra omgyes.com. Él también quedó muy sorprendido con los tutoriales y consejos que había. Incluso le pedí que probara el simulador virtual de masturbación.
Así que, luego de que practicara con la vagina virtual, le dije que era el momento de la práctica con la verdadera, y lo bueno es que esta plataforma no solo te da consejos para encontrar tu placer, sino también para saber comunicarle a tu pareja qué tiene que hacer para satisfacer tu goce. Según OMGyes, puedes hacerlo sin palabras, mostrándoselo con tus manos o decírselo directamente, ya sea en el momento o por teléfono. Nos recomienda:
“Para las parejas, una forma estupenda de conseguir estas indicaciones es pidiendo indicaciones con preguntas como «¿Más arriba o más abajo?» o «¿Más rápido o más lento?». Este tipo de preguntas es mucho más fácil de responder”.
Yo, sin ninguna vergüenza, empecé a recitar el “disco doble”, que me aprendí de memoria como si fuera para un examen final. “De arriba a abajo en el labio menor izquierdo. De arriba a abajo en el labio derecho. Luego, círculos en la puntita, rápido y constante. Rápido, rápido. Más corto. Así (…) Seguir, seguir, seguir…-estoy por llegar-; ¡Ah, ah, ah!”.
Y fue así, con un grito final y respiraciones profundas, que recuperé mi título sénior de pajera. Además, así como yo, “Fuckboy 1” también dijo que había sido una experiencia diferente y que le enseñara más de la página, pero le dije que si quería una siguiente reunión, debía incluir al menos mi cena favorita: makis. Mis beneficios de periodista de sexualidad no son gratis, y los de mi cuenta vitalicia de OMGyes, tampoco.
*Referencias
1. «Hombre con el que se tiene sexo casual», según la autora.