La Asociación Mundial para la Salud Sexual menciona que ésta, es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, aún cuando no se padezca una enfermedad, disfunción o incapacidad. La salud sexual requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud. La salud sexual no puede ser definida, entendida o practicada sin una amplia comprensión de la sexualidad (WAS, 2006)
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022), por su parte, define la salud mental como un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad.
La relación que existe entre la salud mental y la sexualidad es compleja y fascinante, ya que ambos aspectos de la vida, están estrechamente entrelazados y se influyen mutuamente en formas que a menudo pasan desapercibidas. La manera en la que se percibe cada persona a sí misma y su forma de relacionarse sexualmente puede tener un impacto significativo en la salud mental, componente esencial de la salud sexual y, viceversa.
Conocer cómo se relacionan puede contribuir al autoconocimiento, identificar barreras y aquello que nos facilita iniciar conversaciones cruciales, y, cuando sea necesario, buscar el apoyo que necesitamos. Las personas tenemos diferentes cuerpos, mentes y contextos en los que navegamos por el sexo, las relaciones, nuestra salud y bienestar. Comenzar a ver esas conexiones puede ayudarnos a cuidarnos mejor pues, la autoestima y la imagen corporal juegan un papel crucial en cómo se experimenta la sexualidad. Una buena salud mental puede contribuir a una imagen corporal positiva, lo que a su vez puede aumentar la confianza en la intimidad. Por otro lado, las preocupaciones sobre la apariencia física pueden generar ansiedad y afectar negativamente la satisfacción sexual. Es fundamental reconocer que la aceptación y el amor propio son esenciales para disfrutar de una sexualidad saludable.
También es importante señalar que a través de la sexualidad y de nuestros deseos se expresan anhelos y necesidades que, muchas veces, trascienden lo meramente sexual. Mirar la sexualidad es también mirar al cuerpo y todo lo que en él habita, nuestra sexualidad es también afectiva y relacional (Fernández, 2022).
La afección a la salud mental en sus diversas formas (ansiedad, depresión, estrés, uso de psicofármacos, etc.), juega un papel importante en el desarrollo de disfunciones sexuales, además, la culpa y la vergüenza son dos emociones que acompañan cotidianamente las experiencias relacionadas a ellas. Las presiones externas y los desafíos emocionales pueden crear barreras en la comunicación y la conexión íntima con la pareja, lo que puede conducir a cambios de comportamiento en cada integrante y la relación, que pueden generar un círculo vicioso que da lugar a una sensación de fracaso y aumento de la ansiedad. Buscar apoyo emocional y profesional para abordar estos problemas es fundamental; romper las barreras del silencio y del estigma es también deseable y saludable.
Es importante recordar que sexo, género, expresión de género, orientación sexual e identidad de género también están entrelazadas con la salud mental. Las personas LGBTQA+ a menudo enfrentan desafíos únicos en términos de aceptación social, discriminación y autoaceptación. La negatividad internalizada puede tener un impacto perjudicial en la salud mental y la expresión de la sexualidad.
En conclusión, comprender la conexión entre salud mental y sexualidad nos ayuda a abordar nuestras necesidades emocionales y físicas de manera integral. Al fomentar una actitud de aceptación, autoexploración y comunicación genuina, podemos aspirar a una vida en la que tanto nuestra salud mental como nuestra sexualidad se fortalezcan mutuamente
*Referencias
1. Ellis, D. (2022) Integrating Mental and Sexual Health.
2. Fernández, F. (2022) Lo que pasa entre nosotros. Terapia sexual con Gestalt. Editorial PAX. CDMX
3. Organización Mundial de la Salud [OMS] (2022) Por qué la salud mental debe ser una prioridad al adoptar medidas relacionadas con el cambio climático.
4. World Association for sexual health [WAS] (2006) Sexual Health.