“¿Cómo le explicas a tus familiares y relaciones cercanas que tienes una infección de transmisión sexual si esos temas no se hablan comúnmente en casa? y sobretodo ¿cómo lo haces sin alarmarlos? porque muy probablemente tienen igual o menos información que tú” – Santiago
Santiago, a quien llamaremos de esta manera para respetar su privacidad, se enteró que tenía VPH a los 23 años, justo poco antes de cumplir dos años de noviazgo con su pareja, con quien mantiene una relación monógama. ¿Cómo se enteró? Su novio se percató de unos granitos extraños en el pene y de inmediato ambos se pusieron en contacto con personal médico para hacerse todos los estudios pertinentes y a los que tenían acceso. Al final, a su novio le dijeron que eran verrugas causadas por el Virus del Papiloma Humano, le dieron tratamiento tópico y le dijeron que, aunque Santiago no presentaba verrugas, era muy probable que también tuviera el virus, solo que en su caso se encontraba en fase latente.
¿Qué es el Virus del Papiloma Humano o VPH?
El VPH (conocido por sus siglas) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en el mundo. Existen alrededor de 200 tipos de Virus de Papiloma, de los cuales, según el Instituto Nacional del Cáncer, aproximadamente 40 afectan a los genitales, es decir, son de transmisión sexual.
Esta infección no es exclusiva de hombres o mujeres. Se considera que su contagio ocurre en el 99% de los casos mediante contacto sexual (vaginal, oral o anal) con una persona que tiene el virus, ya sea por contacto de piel con piel, mucosa con mucosa, o mucosa con piel. ¿Qué quieren decir estos términos? Al ser un virus, vive dentro de las células, y para poder replicarse necesita material genético que obtiene de sus huéspedes, en este caso en particular, las células del cuerpo humano con mayor afinidad a hospedarlo se encuentran en la vagina, la vulva, en el cuello de la matriz, el pene, el ano y la boca.
La vía de transmisión se da cuando una persona con VPH tiene microlesiones en la piel de sus zonas genitales, ano o en la boca (las cuales no se pueden ver a simple vista) y tiene contacto sexual con otra persona.
Cuando Santiago se enteró del diagnóstico de su pareja, buscó información al respecto en internet, pero todo hacía referencia a un panorama desalentador en el que, si buscas las siglas VPH, los primeros resultados que aparecen, muestran la palabra cáncer.
Y es que al ser una infección que se presenta mayormente en su fase latente, las personas pueden infectarse y no saber que tienen el virus en sus células mientras este no presente una manifestación visible.
El doctor Alberto Ballesteros Manzo, Jefe de la división de ginecología y obstetricia del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde explica que alrededor del 60 o 70% de infecciones se retiran solas aproximadamente a los 2 años de haber iniciado. Sin embargo, entre el 10 y 20% se pueden convertir en persistentes, y de esas persistentes, entre el 3 y el 5% se pueden volver cáncer a lo largo del tiempo, sobre todo si son infecciones persistentes con virus de alto riesgo oncogénico (VPH-16 y VPH-18).
Instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Panamericana de la Salud (OPS) concuerdan en que el VPH es la infección de transmisión sexual más común. En este sentido, la investigación del doctor Joel M. Palefsky titulada “Infecciones por virus del papiloma humano: epidemiología y asociaciones de enfermedades” establece que, a nivel mundial aproximadamente el 40% de las mujeres se han infectado por cualquiera de los tipos de VPH genital y de ese porcentaje el 20% es de alguno de los tipos de alto riesgo; mientras que en el caso de los hombres, el VPH genital se presenta en un rango de hasta el 45% de ellos y de este porcentaje, el 25% puede ser de alto riesgo.
Un estudio reciente de Klaudia Anna Szymonowicz y Junjie Chen, titulado “Aspectos biológicos y clínicos de los cánceres relacionados con el VPH” menciona que, en todo el mundo, los VPH de alto riesgo causan alrededor del 5% de todos los casos de cáncer, con un número estimado de infecciones de 570 mil en mujeres y 60 mil en hombres cada año.
A su vez, la Secretaría de Salud de México destaca que, en América Latina, cada año se presentan cerca de 68 mil casos de cáncer cervicouterino relacionados con el VPH.
¿A qué se debe que resalten más los casos en mujeres que en los hombres?
Es importante considerar que el VPH es un virus que infecta a personas, sin importar su identidad, su expresión de género, su orientación sexual o su sexo biológico. ¿Cuál es el problema entonces?
El doctor Gutiérrez Ramírez, explica que es un tema de educación sexual.
Esto es debido a la falta de cultura de prevención de enfermedades en los hombres de América Latina, ya que, en palabras de Gutiérrez Ramírez, la mayoría de los hombres acuden al médico cuando se sienten muy mal y prácticamente para que les hagan un diagnóstico.
“Son muy pocos los hombres que acuden con fines preventivos o de detección antes de que ocurran las enfermedades, pues nos aguantamos, estamos en casa, nos automedicamos y cuando ya esos recursos se han agotado buscamos ayuda, pero, también es cierto que debido a eso es que en los hombres se detectan las enfermedades más avanzadas que en las mujeres” comentó.
En el caso de Santiago, tras acudir con un urólogo, quien le realizó una penescopia y descartó VPH en fase clínica o subclínica-no pudo pagar una prueba PCR-, por lo que recibió la recomendación de hacerse estudios cada 6 meses, evitar las relaciones sexuales con su pareja hasta que a esta se le quitaran las verrugas, para prevenir que también se fuera a infectar, usar condón en todas sus prácticas sexuales para reducir el riesgo de contraer otras infecciones de transmisión sexual y de preferencia, mantener una relación monógama, es decir, no tener sexo con otras personas.
“Lo más impactante para mí fue acudir a mi primera cita con el urólogo. En la escuela no fomentan la cultura de la prevención y mucho menos te preparan para asistir solo a revisión con un médico. Por ende, al ser un chico homosexual, de 23 años, el miedo es bastante y no sabes qué va a pasar, y si a esto le sumas la preocupación, la vergüenza, la culpa y la falta de información que solemos tener sobre el tema, el escenario se puede volver caótico” expresó.
Entre los estereotipos más frecuentes que se asocian a este virus está la “infidelidad y la promiscuidad”, por el hecho de que se transmite en el 99% de los casos mediante contacto sexual y no hay forma de saber cuándo una persona pudo haberse infectado. El doctor Ballesteros Manzo comenta que el tiempo de incubación y manifestación es impredecible ya que depende del sistema inmunológico de cada persona, “si está en fase latente (el virus), tiene dos opciones: o se elimina del cuerpo o tiende a despertarse y cuando haya una baja del sistema inmunológico puede progresar hacia alguna lesión” explica. Es por este motivo que resulta imposible saber en qué momento o quién fue la persona que generó el contagio.
Además del VPH, Santiago tuvo que enfrentar diversas situaciones para las que no se encontraba preparado, primero, el hecho de conseguir ayuda de un profesional del ámbito particular de la salud sin saber qué es lo que debía buscar, qué estudios hacerse, por ejemplo. Después, enfrentarse a la culpa y la estigmatización por parte de los médicos, que, aunque comenta, fueron muy amables y respetuosos durante la consulta, constantemente hacían preguntas y comentarios que daban a entender que su contagio se debía a que tuvo o tenía relaciones sexuales con varias personas o porque no había usado condón. Y, por otra parte, el no contar con un grupo de apoyo que lo acompañara durante su proceso.
Especialistas como el doctor Joel M. Palefsky, consideran que el 80% de los seres humanos va a contraer el virus en algún momento de su vida debido a la facilidad de transmitirse, lo que supone que las personas pueden contagiarse desde la primera vez que tienen cualquier tipo de contacto sexual.
La OPS menciona que “el VPH no causa síntomas, y lo más frecuente es que la infección desaparezca por sí sola. La mayoría de las personas no llegan a saber nunca que tienen una infección por el VPH”, y añade que las infecciones por VPH se resuelven generalmente, sin ninguna intervención en pocos meses, sin embargo, cerca del 90% se resuelven en un plazo de dos años con cuidados y prevención.