El vibrador es un dispositivo que a través de vibraciones eléctricas se usa actualmente como juguete sexual en busca del placer, sin embargo ¿sabías que fue inventado con fines terapéuticos?
Fue a mediados del siglo XIX que aparecieron los primeros vibradores de la historia como instrumentos que servían para el tratamiento para curar la “histeria femenina”, una enfermedad con síntomas tan comunes como la ansiedad, insomnio, mal genio e incluso, la falta de apetito. Al principio los médicos tenían que recurrir a la masturbación para tratar a las mujeres provocándoles un orgasmo, que era llamado “paroxismo nervioso”, pero al ser una terapia tan demandada, los médicos sufrían de dolores de mano intensos y fabricaron vibradores mecánicos para ahorrarse el trabajo manual.
En 1869, el médico estadounidense George Taylor patentó un vibrador a vapor llamado The manipulator y más tarde, en 1880, el doctor inglés Joseph Mortimer Granville inventó el primer vibrador electromecánico con forma fálica.
En 1902 Hamilton Beach aprovechó el potencial del mercado y patentó los vibradores. Las mujeres los podían comprar por correo ya que se anunciaban normalmente en revistas de decoración y bordado.
Tiempo después, los vibradores se vieron obligados a desaparecer de las revistas femeninas, catálogos y tiendas populares debido a que en 1952 la Asociación Americana de Psiquiatría declaró oficialmente que la histeria femenina no era una enfermedad legítima. Además, la gente consideraba los vibradores como objetos de perversión pues en varias películas pornográficas se mostraban actrices utilizándolo como juguete sexual.
Desde finales de los años 90, los vibradores han tenido un nuevo auge gracias a la discreción de las ventas en línea y avance tecnológico. Hoy en día se fabrican modelos en distintos tamaños, formas y colores así que sin duda hay opciones para todos los gustos y necesidades.
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